Por: Chano Rangel
“Por mis pistolas” No cabe duda, que algo anda mal en este país y estado, ayer conversamos con el director de CANACO, Jorge Pensado consejero nacional de COPARMEX y con el diputado Juan Carlos Córdoba, y vaya que las respuestas fueron muy interesantes. ¿pero cual fue le tema? El tema era si los propietarios de negocios, pequeños, medianos o grandes, tienen derecho a armarse.
La ley federal de armas de fuego, en sus artículos 25,26,27,28,29,30,31,32,34,35 y 36, es muy clara, pero más aun en sus artículos, 25 y 26, que en términos generales dicen lo siguiente: Artículo 25. Las licencias para la portación de armas serán de dos clases: Particulares; que deberán revalidarse cada dos años, y Oficiales, que tendrán validez mientras se desempeñe el cargo o empleo que las motivó. Y el Artículo 26. Las licencias particulares para la portación de armas serán individuales para personas físicas, o colectivas para las morales, y podrán expedirse cuando se cumplan los requisitos siguientes: En el caso de personas físicas: Tener un modo honesto de vivir; Haber cumplido, los obligados, con el Servicio Militar Nacional; No tener impedimento físico o mental para el manejo de las armas; No haber sido condenado por delito cometido con el empleo de armas; No consumir drogas, enervantes o psicotrópicos, y Acreditar, a criterio de la Secretaría de la Defensa Nacional, la necesidad de portar armas.
Eso es a grandes rasgos, en México, la ley lo permite, si los comerciantes quieren tener una arma en su negocio, están en su legitimo derecho, lo que si llevaría a una controversia, seria si ocurre algún hecho violento, saber su fue en legitima defensa o no, porque la ley en este sentido en Tamaulipas, es ambigua, débil y protectora de los delincuentes del fuero común. Para justificar legitima defensa, tendríamos que llamar a los vecinos, amigos y familiares, para que sean testigos, y segundo preguntarle al delincuente si trae arma, que tipo de arma es, si realmente la va a usar, si efectivamente quiere robar, y si lo hará con el arma o no, y para que eso pase esta cabrón. Por eso la mayoría de las victimas mejor se quedan con el chingazo.
Armarse o no, para mi punto de vista, no es la discusión, si no la adecuación de las leyes que protegen al ciudadano para su legitima defensa, porque con estas que nos rigen actualmente, lo más seguro es que el ofendido pise la cárcel, que un delincuente, con todo y que lo agarren con las manos en la masa.
Pero lo más lamentable, es llegar a estos extremos, donde ofendidos y ofensores, salen perdiendo, está comprobado que, la violencia no resuelve la violencia. Los países más seguros son aquellos que no están armados, los países nórdicos, Canadá, Costa Rica, son ejemplos de cómo la seguridad ciudadana si funciona y funciona muy bien. Pero no los mexicanos estamos aferrados y sus autoridades a copiar el sistema de Estados Unidos, del uso de las armas, ejemplo que ha dado las más grandes atrocidades para la población.
Si se quiere copiar, ojala se copie lo bueno. Porque si de armarse se trata, solo seria cuestión de legalizar, lo que ya está hecho, porque muchos hogares en México, ya cuentan con armas de fuego, y los accidentes han sido recurrentes.
Lo que esperamos los mexicanos y tamaulipecos, son proyectos estratégicos, no buscar a quien echarle la culpa de los errores, y tampoco es valido culpar al pasado, este es nuestro presente y lo tenemos que afrontar, el gobierno en sus 3 ordenes deben de asumir su compromiso. Porque la violencia genera violencia. Al tiempo.
De aquello y lo demás…
Amigas y amigos, como lo hemos reiterado en radio y en esta columna, la cultura cívica y de buenos vecinos es fundamental para muchísimas cosas, la limpieza es una de ellas; mire me toca pasar a diario por 2 drenes de desagüe de aguas pluviales, y es inconcebible ver a los vecinos del mismo sector, arrojar cuanta cosa se le ocurre, desde muebles del hogar, hasta llantas, y eso no ayuda en nada a las inundaciones que provocan las lluvias.
Ya el alcalde de Matamoros, Jesús De la Garza, a través de protección civil, de la Junta de Aguas, ha puesto el dedo sobre la llaga, pero nada se puede hacer en oídos sordos, la población sigue arrojando de todo a la calle y drenes, y luego para colmo, se quejan de inundaciones.
Vivimos en una ciudad proclive a las inundaciones, el nivel sobre el mar, es muy bajo en muchos sectores, esas son cuestiones naturales, pero lo que si es imperdonable, es ver a señoras, niños y jóvenes, adultos y de todas las edades, arrojar la basura desde sus vehículos, tirar los desechos a la orilla de los canales de desagüe pluvial.
Lamentable es eso. Y luego esos mismos, son lo que se quejan que el presidente no hace nada, que la Junta de Aguas, esta igual, cuando la responsabilidad no es de Chuchin, sino de todos, con responsabilidad y cultura.